Imagina que Pepe vende paletas. Pepe dice que toda su ciudad tiene DERECHO a comer paletas Pepe, y que, como es un derecho TAN IMPORTANTE, toda la ciudad tiene que pagarle para producir dichas paletas, incluso si la mayoría de la ciudad no consume esas paletas.
Ahora intercambia a Pepe por el gobierno, y a las paletas por el seguro social o educación pública. Así de absurdo es el socialismo.